Tras una pancarta con el lema «Respetad la voluntad popular. AHT gelditu!», unas 2.000 personas recorrieron el sábado por la tarde el centro de Bilbo para mostrar su oposición al proyecto del TAV, reivindicando la paralización de las obras y el inicio de un debate popular y profundo acerca del modelo de transporte y desarrollo que la ciudadanía vasca quiere para Euskal Herria. Los convocantes de la movilización se mostraron satisfechos por la respuesta ciudadana.
Pasadas las 18.45, quince minutos después de lo inicialmente previsto, partió de la plaza del Sagrado Corazón la manifestación convocada por AHT Gelditu! Elkarlana para demandar a los gobiernos español y de Lakua la paralización del proyecto del Tren de Alta Velocidad. La movilización fue el colofón a la llegada de la caravana informativa Gelditour a Bilbo, a una semana escasa de que -tal y como anunció el delegado del Gobierno español en la CAV, Mikel Cabieces- comiencen los trabajos en las cercanías del Botxo, en el tramo comprendido entre Basauri y Galdakao.
En la marcha, que discurrió por la céntrica Gran Vía y finalizó en la plaza del Arriaga, no se dejaron de escuchar consignas en las que se reclamaba que se detenga la destrucción del medio natural por donde se ha trazado la nueva plataforma ferroviaria y se denunciaban los intereses económicos que mueven a los impulsores. Fueron constantes gritos como «PNV, PSOE, el negocio se os ve», «AHTrik ez, Amalurra defenda dezagun», «No al Tren de Alta Velocidad», «Herriak bizirik, AHTrik ez», «PNV txikitzaileak» y otros en los que se hacía hincapié en el próximo inicio de los trabajos en Basauri.
La movilización, vigilada por varias dotaciones de la Ertzaintza, concitó el interés de las miles de personas que un sábado a la tarde transitan por la calle más comercial de la villa y de los cientos de turistas que la visitan, que no perdieron la ocasión de fotografiar la protesta.
Una vez en la plaza del Arriaga, junto al camión que sirve de principal soporte a la caravana Gelditour, Jon Artetxe y Mila Elortza tomaron la palabra para agradecer a los asistentes su participación en la manifestación y resaltar la fortaleza del movimiento popular que desde hace unos años se opone a la nueva infraestructura ferroviaria. Así, recordaron cómo han empezado las obras en el Goierri guipuzcoano sin atender a las alegaciones de los vecinos afectados y sin llevar a cabo los pertinentes levantamientos de actas previos a las expropiaciones de los terrenos por donde los ejecutivos de Ibarretxe y Rodríguez Zapatero quieren levantar viaductos espectaculares y horadar montañas.
Elorza subrayó que los opositores «caminan sin pausa» frente a «la alocada carrera» de quienes apuestan por el TAV, entre los que citó a la «patronal de la destrucción». Les acusó de «no cumplir sus propias leyes» y de tratar de mostrar a la opinión pública que los trabajos avanzan, algo que -según esta vecina de Angiozar- no es real, pues en año y medio de obras en Luko, cerca de la localidad alavesa de Urbina, sólo se han construido «cuatro o cinco kilómetros» de trazado.
Además, argumentó que el impulso que se pretende dar al proyecto es consecuencia de la necesidad de las autoridades de dar dinero público a las constructoras para que superen la «crisis del ladrillo».
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