"Las fotos de nuestras vecinas presas no son para enaltecer su militancia en ninguna organización", sino que "simbolizan el sufrimiento de cada persona presa, mucho más que mil palabras", han subrayado los dos taberneros del casco viejo de Bilbo que tenían que haber ido a la Audiencia Nacional española por tener imágenes de los prisioneros vascos en sus locales.
"Desde el convencimiento de lograr una sociedad más justa y democrática, no podemos permitir que la solidaridad para con estas personas y la denuncia de su situación sea un delito", han manifestado en una comparecencia en Bilbo.
A su termino han regresado a sus puestos de trabajo y han manifestado que "seguiremos poniendo nuestro granito de arena a favor de una solución, que pasa en gran medida por la restauración democrática de todos los derechos para las represaliadas".
Ambos estaban citados en la Audiencia Nacional española en el marco de la campaña de criminalización impulsada por Interior de Lakua para hacer desaparecer las fotografías de los prisioneros políticos vascos.
"Colocando fotos no se pretende humillar ni menospreciar a las personas que han perdido a sus familiares a lo largo de duros años y largos años de conflicto político armado. La foto es la imagen, la herramienta para denunciar la conculcación de sus derechos como personas presas, simboliza el sufrimiento de cada persona presa mucho más que mil palabras", han declarado.
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